viernes, 1 de marzo de 2013

“Quizás mañana”, el encanto de los finales indeseados

No soy adepto a la producción nacional, así que no puedo comparar “Quizás mañana” con otras películas peruanas para saber si el cine nacional está avanzando. Sin embargo; me enfrasqué en este visionado por los constantes buenos comentarios que he encontrado en las redes sociales. Y vaya que no se equivocaron, al menos el concepto es bueno.


La historia se sostiene en los dos personajes principales, quienes recién se conocen y pasan casi todo un día juntos, un día trascendental en sus vidas. Esta es una película sobre un encuentro inverosímil que se hace posible gracias a la personalidad de Natalia (una espontánea y adorable Gisela Ponce de León), muchacha histérica, extrovertida e inocente que prácticamente acosa a Juan Carlos (un correcto Bruno Ascenzo) desde que lo encuentra en un parque y lo anima a salir de su ensimismamiento, quizás sólo por necesidad, porque Natalia es la que desesperadamente expresa deseos de ser escuchada y que alguien le diga lo que tiene que hacer, y qué mejor que un extraño para decidir objetivamente.



El desenvolvimiento de la historia es un torbellino de diálogos apurados y adecuados, con lo cual se logra sacar buenas carcajadas al espectador y no le deja despegarse ni un solo segundo. Aunque debo resaltar que hubo momentos en que lo dramático y lo cursi bordearon los límites de lo permitido para no caer en lo ridículo, pero siempre lo salvaron con situaciones cómicas que puso un buen balance a las escenas.


La dirección supo mantener el ritmo, y las escenas cuando enfocan el cielo y los árboles mientras los personajes siguen hablando es bastante innovador, permite que los personajes cambien de escenario sin cortar la conversación. La música fue oportuna, dejándose que ésta explotara en los momentos adecuados (como cuando Juan Carlos hace un retrato incompleto de Natalia).

Sólo un error me incomodó a lo largo de la película. Cuando Natalia y Juan Carlos entran en el café para desayunar, es absurdo que el mesero se haya demorado tanto en aparecer cuando desde que Natalia entró empezó a saludar al personal del café. Se notó que lo hicieron para no interrumpir el diálogo. 

Divertida, refrescante, con buenos diálogos, “Quizás mañana” es una de las buenas opciones que se encuentran en este momento en cartelera, y me alegra, porque es cine nacional.

1 comentarios:

Unknown dijo...

aún no he visto la pela. y sólo agregaré... qué rico se ve Bruno.

 
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