La Segunda Feria Internacional del Libro de Trujillo
inició el viernes 01 de marzo, con unas célebres palabras que quedarán en la
memoria indignada de todos los trujillanos:
"Los que
me conocen de cerca saben que no leo, que nunca escribo, pero me he dado un
tiempo para revisar algunos textos ayer en la noche para poder explicar lo que
es una feria del libro"
César Acuña Peralta, alcalde de Trujillo.
Estas palabras circularon vorazmente por todos
los medios informativos y causaron polémica, pero al menos se logró algo con
esto: el Perú se enteró que Trujillo está teniendo una feria del libro
nuevamente.
Y así empezó la Feria del Libro en Trujillo,
a la que yo asistí el fin de semana pasado y pude contemplar, desde hacía
mucho, portadas de libros, reseñas en las contratapas, preguntar precios, oler
y sentir las hojas frescas y viejas, y sobre todo, encontrar ejemplares de
colecciones antiguas que salieron con el diario El Comercio y que nunca me animé
a adquirir (por falta de dinero obviamente). Ya regresaré este 09 y 10 de
marzo en busca de “Seis personajes en busca de un autor”, de Luigi Pirandello.
El sábado 02 de marzo, aparte de pasear por
los stands coqueteando con los libros, presencié una mesa redonda titulada
“Escritores en otros oficios”, con Eduardo Adrianzén y Enrique Planas. Una
tertulia entre estos dos personajes que comentaban para sí y para el público,
sus experiencias como escritores que sobreviven gracias a otro oficio. Esa era
la idea que transmitía el título de la mesa redonda; sin embargo, una vez
dentro me di con la sorpresa y decepción de que no eran oficios tan ajenos a la
literatura: Adrianzén decía prostituirse escribiendo telenovelas, y Enrique
Planas se dedicaba al periodismo. Toda la hora se pasaron los dos tratando de
convencer al público que el periodismo y la escritura de guiones televisivos
era algo muy alejado de la Literatura. No digo que no lo sea, o que ellos no lo
sientan así, pero al menos están pagando sus rentas con algo que también les
satisface (cosa que lo dijeron explícitamente). Lo que pasa es que yo esperaba
encontrar a un escritor que viviera de un trabajo que odiara o que no le
permitiera escribir mucho (como es mi caso). En fin, algo dejaron claro: es muy
difícil vivir sólo de la escritura, y dos, no se debe poner en el pasaporte la
profesión “Escritor”.
El
domingo 03 de marzo me di una última vuelta por los stands, y encontré algo
rescatable de toda esta feria: un libro de cuentos de la independiente
editorial OREM, titulado “Cuentos de la Oscuridad”, una antología que reúne
cuentos de terror y suspenso de autores como H.P Lovecraft, Edgar Alan Poe, Horacio
Quiroga, Guy de Maupassant y otros. No lo he leído aún, pero parece un buen
libro, a sólo quince soles.
Aquí
el catálogo de la feria, ¡que termina este 10 de marzo!:
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