martes, 19 de octubre de 2010

Él sólo quería 50 euros para su Kindle


El joven sólo necesitaba cincuenta euros más para comprarse un kindle, y los necesitaba ya porque el dinero en la mano se le iba chorreando en forma de cositas sin importancia y en su enamorada y ropa. Miércoles, hasta que, no sabe cómo, por culpa del amigo de algún amigo, llegó de recomendado a un piso viejísimo en la cuarta planta de un edificio del barrio del Raval.

-Buenas, yo solo quiero ganar algo de dinero, cash, rapidito. Para qué soy bueno.

Estaba encorvado, puesto que su metro setenta y siete era demasiado para el semi piso, semi alquilado donde un latin pobre, echado en su colchón, le escuchaba mientras miraba algún canal boliviano por la tele.
Primero tenía que pasar la entrevista.

-¿De dónde eres, man?
-Perú.
-¿Cuánto tiempo en Barna, man?
-Tres años seis meses.
-¿Familia, man?
-Una madre y cinco hermanas.
-¿Escuchas reguetón, man?
-Sí, señor.
-¿Daddy Yanki o Héctor el Bambino…man?
-Pregunta con trampa. Todo el mundo sabe que aquí sólo se escucha Tego Calderón, póngale sazón.

Llenaba muy bien el perfil.

En la calle y con la bolsita negra en el bolsillo, se cag*** de miedo. Volteas en la esquina a la derecha, saludas al vago sentado al lado del container con la señal de la pandilla para que te deje pasar, caminas dos calles, giras a la izquierda y te metes al edificio más viejo y más feo que veas. Dentro, subes por las escaleras, nunca por el ascensor porque te cuadran, y tocas la tercera puerta, tres veces primero y luego cuatro.
¿Y qué hay en la bolsita?, había preguntado el joven. “Lo mejor es no preguntar”, le había dicho su contratador, “tú solo lleva el paquete”.
Y eso había hecho.

Babú le había entreabierto la puerta y ahora lo examinaba detrás de sus cejas espesísimas como dos escobillas de lustrar zapatos. Ni hablemos de su barba.

-¿Tú tener el paquete?
-Sss…sss… ¡sí! -había tartamudeado. Para los que no creían que las monosílabas también se podían tartamudear.
Se sacó del bolsillo de la chaqueta la bolsita negra y se la entregó al señor moro. A cambio recibió el pastón de doscientos euros, en billetes de cinco para colmo. O sea un fajazo de plata que tuvo que guardarse en los calzoncillos para colmo de la paranoia.

De vuelta con su contratador, le explicaron lo de la paga.
-Cien euros para el jefe -dijo éste-, uno que no debes conocer.
Vale, pensó el joven, aún quedaban cien.
-Cincuenta para mí, el primer intermediario.
Eso significa que los otros cincuenta para mí, pensó el muchacho, contento.
-Treinta para ti, y los otros veinte para Babú. El muy idiota nos pagó de más y aquí los tratos se hacen limpiamente, porque los moros son bravos.

De vuelta en el piso de Babú, el joven no sabía muy bien cómo explicarle que le había pagado veinte euros de más, ojalá no se enojé el señor moro.
Le entreabrieron la puerta. El bigote de Babú asomó primero.
-Hola, Babú. Mira, que me diste veinte euros de más.
-Oh, gracias. Tú ser honesto. Quédatelos.
-Muchas gracias -reverencia hasta el piso.

......
Al otro día fue y se pidió su Kindle por Internet. Le llegó el paquete a los cuatro días hábiles. Bien contento, se dijo nunca más con los latin, si ya tengo lo que quería.
Sonó el teléfono.
Era su contratador. Quería que le llevara otro paquete.
-Lo siento, renuncio.
-¿Renuncias? Jajaja -risa de mafioso-… ¿en serio crees que renuncias, man?
-Este… sí.
-Caramba, man. Así no juega Perú. Eres una falla, man.
Y colgó.

3 comentarios:

steýfer dijo...

Qué miedo! Risa malévola de mafioso....uyuyuy...le colgó, más espeluznante no pudo acabar...me dejas imaginar muchas cosas!!
Saludos!

Anónimo dijo...

Se puso el dinero en el calzoncillo para que le aumente el derrier...jaja

Unknown dijo...

asuuuu, todo por el dinerín extra!!... igual q miedito u.u
la frasesitaaa "asi no juega Perú" jaja, será así de fácil salirse de esa mafia? o qué le pasará al joven? (no se sabe xq no escribiste más)
Saludoooos! cdt xD

 
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