Esta es una guía para impedir que te choreen, amigo, amiga, chico, chica. Elaborada por mí, producto de la paranoia originada a raíz del buen puñado de veces que me han choreado con éxito, y que me ha querido chorear.
Seguro te ríes, seguro que ves todos los tips recontra exagerados, pero lo cierto es que nunca hay precaución redundante para un bolsillo rebosante (de tu pasaje pa la u) y el temeroso no es necio, sino sabio. Y todo lo que me deseas te rebota el doble (o algo así). He dicho. Porque todos tenemos unas zapatillas que nos gustan un montón, con su planta en forma de teclado que no quieres que te las roben, o ese anillito preciado, el pendiente tan chulo, o la pulserita de oro que te regaló ese cretino. Bueno, empiezo. A ver si me acuerdo, porque ya me puse nervioso.
Capítulo uno, sobre los taxis:
- Que el carro tenga su placa: No te pases, pes. Ésa no hay ni que explicarla.
- Nunca ticos: ¿Por qué? Bueno, esto no es por si te chorean, esto más bien es por si se le vacía el líquido de frenos al carro y luego te estampas contra un semáforo. Una vez me pasó algo parecido, sólo que el carro de mi abuelo era un bólido, y le sacamos su miércoles al semáforo y a la rejita del parque contra la que chocamos, mientras que a nosotros apenas se nos rompió un faro. Si hubiera sido tico...
- Taxi de empresa con nombre serio, que no de pie a ningún tipo de sospechas. ¿Me explico? O sea, coger taxi "el Soly" saliendo del Sunkella a las 4 am, ni de a vainas, pues. Tampoco taxi "Los cangrejos", aunque ésta la digo porque los cangrejos me caen gordos.
- Sobre la cachanga del taxista. Este un tema muy delicado, puesto que la cachanga del taxista nunca te garantiza nada. Juzgar por las apariencias es malo malo malo, nos llena de prejuicios y retrasa a nuestra sociedad, luego el Perú no avanza. Pero eso sí, es bien sabido por todos que si el taxista es un viejito de gafas y con cara de ser amigo de tu abuelo, nunca pero nunca va a ser choro. Aquí es necesario abrir un corolario:
- Corolario: El problema con los choferes viejitos es que les suele temblar la mano y a vecen son más miope que un topo. Que ya me ha pasado: "Señor, gire, la calle está cerrada- Oiga, gire, ¡gire!". "Ay, perdona, hijo, me distraje escuchando radio "La Inolvidable, tus mejores recuerdos"... ñañañañááá"
- El precio de la carrera. Esto también es de sentido común pes. Si te quiere cobrar 3 lucas por llevarte hasta Huanchaco es que algo anda mal. Cuídate de que no te esté mirando con malicia. Camino a Huanchaco hay como 30 pampones promedio donde podrían violarlo a uno.
- Atento con el taxista cuando habla por la radio o por el celular. Es posible que esté quedando con sus cómplices para poder atracarte. En este punto debes ser muy sapo, porque el 99% de las veces hablarán en clave, como para que no te enteres de sus perversas intenciones, del tipo: "Gato cojo, cambio. Aquí con un ratón, cambio". "Aquí gato cojo, cambio, llévalo al lugar de siempre, en 5 minutos, cambio, y lo cazamos, cambio". O sea, creen que por hablar como animales uno no se dará cuenta... arranca, arranca. A mí viejo le quisieron hacer ésa y en un semáforo en rojo se bajó volando como las balas.
- Sobre la cachanga del taxista (II). No quería volver a este punto, pero es que me acordé de otro indicio que nunca falla, igual como la del abuelo. Y es que, si el taxista tiene como veinte mil chuzos en la cara, ahí nomás. Mejor toma combi.
- Taxis bambas: Estos son imitaciones de las empresas de taxis con más confianza en el mercado, como pueden ser New Tacksi, taxi América... y no me sé más. Por lo general lo hacen para coger más pasajeros puesto que saben que como taxistas particulares no los para ni un borracho, pero quién sabe.