sábado, 4 de junio de 2011

Yo no voto por Fujimori

El día Miércoles 01 de Junio fue el cierre de campaña de Keiko Fujimori en la ciudad de Trujillo. El mitin se llevó a cabo en la plaza de armas, con el tabladillo ubicado al frente del BCR. Aunque claro, no tenía pensado ir. No apoyo a Fujimori. No apoyo a Ollanta Humala. Pero sí defiendo los derechos humanos. Y precisamente por eso terminé apareciéndome por la plaza de armas, motivado por lo que me había enterado: un grupo de familiares de víctimas de la época del fujimorismo iba a realizar una protesta simbólica. Y aunque confieso que si no hubiera estado con personas más motivadas que yo no hubiera ido, ya cuando me encontré en medio del grupo que gritaba y hacía recordar los estragos que dejó el gobierno de Alberto Fujimori, supe que era el lugar correcto donde debía estar y por primera vez en mi vida sentí la emoción de gritar lo que se piensa y lo que se cree.

Es cierto que la mayoría de personas protestaban en contra del fujimorismo, pues esa era la consigna; sin embargo, no había uno que otro que gritaba apoyando a Ollanta Humala e incitaba a los demás a que lo siguieran, y es cierto, por unos segundos los demás caían en el juego y se encontraban gritando a favor de ese candidato (claro que yo callaba de inmediato), pero de pronto alguien se acordaba y llamaba la atención, y de nuevo, a gritar en voz a cuello.

Me imagino que a Keiko le debió importar un bledo que un grupo de personas (muy reducido en comparación a los simpatizantes de Fujimori) hiciera esa protesta, sobre todo si sólo se concentraba a prometer proyectos que en mi entender me parecen muy populistas, o se dedicaba a mirar el video que proyectaron de ella y su cónyuge bailando marinera (completamente fuera de sitio). Pero la protesta continuó aún cuando ella se retiró, aunque estoy seguro que ni miró lo que hacíamos, muy acostumbrada a apartar la vista.

El momento impactante, diría que hasta conmovedor, fue cuando tres hombres se pusieron de pie, semidesnudos y envueltos con carteles de papel que hacían llamado a la dignidad y a la memoria. Después apareció la muerte: una mujer vestida de negro, calavérica, que danzaba suavemente mientras se deslizaba, los rodeaba, y los hacía caer. Todos miraban alrededor, haciendo un círculo, sentados en el pavimento, recordando a las víctimas del fujimorismo. Se prendieron velas y se las colocó en medio de los cuerpos, encima de pósteres con imágenes de Alberto Fujimori, el rostro de Keiko, y una rata china.

Estuve un momento más, gritando, tomando fotos; pero luego me retiré, cuando simpatizantes de Keiko comenzaron a tirar botellazos. Tenía que pensar en el bienestar de mi enamorada, y además, cargaba mi laptop conmigo. Ya después, al día siguiente, una amiga me mostró las fotos de lo que pasó después, y resulta que los tres hombres que yo había dejado tirados en el suelo, terminaron levantándose, poniéndose de pie, y fueron liberados de la capa de plástico que les impedía moverse, y levantaron el cartel que llevaban en el pecho, como si expresaran lo que tenían dentro: “Por un Perú digno y hermoso”, “Por la dignidad y la memoria”. Era un llamado a recordar, a evocar a las víctimas que ahora nos advertían. Era un llamado a la conciencia.

Yo no voto por Fujimori.

3 comentarios:

El gato sin antifaz dijo...

Wingerspock, chvr que hayas estago allí. Y bacán tu crónica periodística. Aunque ya es tarde para mandarla a un diario o así xD

steýfer dijo...

Wingerr: esa amiga que te contó...debes decir que fui yo ps, dame el crédito caracho!, y quiero que se respete mi derecho de autor, dos o quizás más fotos, son de mi autoría, ¡¡yo las tomé!! ¡¡Reinvindícame!!
Gato sin antifaz: las redes son más rápidas que cualquier diario y propagan más las noticias, jeje.

wingerr dijo...

Gato sin antifaz: ni siquiera lo pensé, aunque tampoco creo que este es el lugar para una entrada como esa, en este blog tan emburbujado xD.

Steýfer: Estoy 100% seguro que todas las fotos de esta entrada las tomé yo, con tu cámara, pero las tomé yo u_u.

Gracias por leerme =)...

 
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