domingo, 12 de junio de 2011

Carta Pública a Wingersoul

Barcelona, 13 de Junio de 2011.

Hey, es la segunda vez que empiezo esta carta, wingerspark, movido por la conversación que tuvimos más temprano pero que no puedo mencionar en ninguna parte. No dijiste nada sobre referenciarla, así que lo hago, además, total. Nadie sabe de lo que hablamos. Dar vueltas sobre el asunto no puede más que despertar la curiosidad de los imposibles lectores. Apreciados e imposibles lectores, no se sientan ofendidos, por favor. Pero nos encanta la lucidez y decir las cosas en esos momentos.

Y me di cuenta de que esos diez días serían una especie de hello goodbye. Déjame decirte que tienen todo el potencial para ser la antesala de un enorme paréntesis. Y esto me hace pensar en la vida que tenemos y que la mía pegó un salto que la llevó lejos, y que la tuya también, pero a su manera. Y es difícil poder comprender, ya sabes, en qué consisten todos estos cambios, porque hace tiempo que dejamos de vivir lo mismo, o en lo mismo.

Estas vacaciones están empezando, Wingerflan, y son como medias pantis negras. Medias pantis negras, de ese color específicamente porque así se me hacen más sensuales, misteriosas, incansables e inagotables. Sí pues, Wingerclash. Te estoy robando la metáfora, jeje. No sabes las cosas que planeo, o te haces una idea. El caso es que la bofetada no llega, y no la estoy pidiendo (esto de la bofetada no sé si lo comprendas). En todo caso es hora de, ya sabes, juntar el corazón en un solo sitio. Sin llamar al olvido, pero propiciándolo peligrosamente. Yo también quiero abrir una puerta y que esta salga disparada al contacto con mi mano.

Me da la sensación, como que siempre la he tenido y más últimamente, de que pasarás por un montón de cosas. Ya sabes, el perfil ése que me daba tan envidia absurda, jaja. Sólo ruego para que no sea a ningún precio impagable. El éxito a veces puede ser un poco caro. En esa línea, mejor te deseo una vida monse, pero feliz y tranquila, llena de sentido. Me deseo una vida monse, feliz y tranquila, pero llena de sentido. ¿No es ésa la mejor vida que puede haber?

No te robaré la metáfora de las perlas esparcidas al azar. Me gusta creer todavía que la felicidad puede ser un trago largo y dulce que dure hasta el final de nuestros días, pero que mientras la buscamos, a veces nos llega en forma de gotitas grandes y gruesas que caen sobre nuestra lengua.

Me despido escuchando Hold me tigh que es la canción que me ha acompañado todo este rato. No está mal. Es una buena canción para pensar y escribir. Dedicaré lo que queda de noche a dormir, para sacudirme estas horas de una buena vez. Mañana iré a la uni a ver un par de cosas. Ojalá que sea un viaje de provecho. Nos estamos viendo, Wingersalt, de cuando en cuando hay que cruzar el charco, aunque sea ayudados por las palabras, que nunca es poco.
Nádroj

1 comentarios:

un_blues dijo...

¡Qué suerte pollito de recibir cartas con tanto feeling! jeje La verdad que me he perdido un poco cuando le dices cosas que me parece que sólo él entiende, pero me ha parecido una carta... preciosa! ¡Qué bonitoooooooooo!

"...de cuando en cuando hay que cruzar el charco, aunque sea ayudados por las palabras, que nunca es poco."

Me has hecho pensar, yo a veces decía que no existen palabras para describir algunos sentimientos... creo que sí que existen, pero no sé usarlas bien n.n'

KRN

 
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