sábado, 19 de marzo de 2011

A oscuras en la UNT

Sentados en una banca de la universidad, al frente de Derecho, Ave de Luz y yo conversábamos con la mirada fija en el cielo y escuchando de vez en cuando a una pareja de mocosos sentados al frente. La luz se había ido en toda la universidad. El tipo se esforzaba en hacerle ver a la chica cuánto sabía sobre las estrellas y la luna.

- ¿Quién será ese imbécil que afana así? -comentó Ave de Luz, sonriendo con la voz.
- Jaja...-resoplé-. No sé, escucha nomás. Esto está bueno.
- ¡Pero esas estrellas no se llaman así!
- Jajaja...ni idea.
- Y menciona ¡MIS estrellas! -se indignó.
- Eran mías también en la infancia, calla y escucha.
- Espera...¡PIERO! ¿Eres tú? -gritó Ave de Luz hacia la otra banca. La conversación se detuvo y del otro extremo respondieron:
- ¿¿Ave de Luz??
- ¡¡Piero!! Con quién estás ahí...¡ya sé! ¿¡Martha!?
- Jijiji -rió Martha- Sí...
- Justo te estaba buscando, pero con el apagón desistí, y mira tú, ¡me vengo a sentar al frente de ti!
- ¿Para qué me buscabas?
- Tu hermana me dejó unos libros en tu asociación, ¿me los puedes dar?
- ¡Ah cierto! -recordó ella-. Ya, vamos, tengo la llave.

En el camino me los presentó, pero igual yo callado.

Martha abrió la puerta de Ad Iuris y entramos los cuatro, alumbrándonos con los celulares.

- Por aquí debe de estar -dijo Ave de Luz-. Dijo que los dejó en el escritorio.
- Aquí hay una caja -dijo Piero.
- Sí, esa debe ser -se puso a mirarla mientras yo alumbraba-. Está sellada...a ver si la abro...no, para qué, seguro es ésta. Ya Martha, me la llevo.

Nos despedimos, y con Ave de Luz subimos al segundo piso, a dejar la caja a su asociación.

- Espera, yo tengo la llave -le dije, descolgándome la cadena que Liz me había dejado-. Ya, entra.

Ave de Luz dejó la caja en la mesa y se puso a buscar en los estantes.

- También dijeron que me dejarían libros en los estantes, ayúdame a buscar.
- Ya, pero mejor cierro la puerta -escuchaba pasos.
- No hay Erwing, no encuentro mis libros...mm...

Los pasos se escuchaban más fuertes y rápidos. De pronto tocaron la puerta y alumbraron con una linterna:

- ¡Aquí hay dos! -exclamó una voz de mujer.

Abrimos la puerta, y dos vigilantes, hombre y mujer, nos veían con miradas inquisitivas y acusadoras: Ave de Luz con su casaca semirota y su gorra verdes, y yo, barbón a no más poder.

- ¿Qué hacen aquí? -preguntó el gordo -. Identifíquense.

Les extendimos nuestros carnés, los cuales guardó de inmediato.

- Esta es nuestra asociación -dijo Ave de Luz-. Estamos aquí buscando unos libros.
- Sí, nuestra asociación, por eso tenemos llave -les dije enseñándoles.
- ¡Hemos visto que han subido una caja! -exclamó la chica, todavía sobresaltada-.
- Sí, son libros, está en esa mesa -señaló Ave de Luz.
- Tenemos que verificar -dijo el gordo, avanzando.
- Adelante -dijo Ave de Luz, con un tono hilarante en su voz-. Es ésta.
- Ábrela -ordenó el vigilante.

Ave de Luz empezó a rasgar la bolsa que sellaba la caja.

- Como verán...sólo...son... libros -terminó, topándose con una impresora. Yo quise gritar: ¡¡Oe bah!!
- ¿Libros, ja? -dijo satisfecho el gordo-. ¿De quién es esta impresora?, ¿ustedes la han ingresado?, ¿de dónde la han sacado?
- Tendré que informar esto -dijo la chica, ahogando un grito-. El pabellón entero está bajo mi responsabilidad.
- A ver -dijo Ave de Luz, tratando de tranquilizarse-. Nosotros pensábamos que eran mis libros...una amiga me había dejado unos libros en una caja en Ad Iuris, hace cinco minutos nos la han dado, como estaba oscuro no vimos lo que había adentro, fue un error, nosotros subimos la caja del primero al segundo piso, nada más.
- Tendré que llevarme la impresora -dijo el gordo, mientras salíamos del CEILS al pasadizo.
- Anda, yo los vigilo -dijo la mujer.
- Llamaré al supervisor. Y ustedes no se muevan, porque si se pierde algo en esta facultad, algún cañón multimedia, cpu, cualquier cosa, ¡ustedes serán los únicos responsables! -esas palabras calaron profundo en mi estómago y recorrieron todo mi cuerpo: ¡Mierda!
- ¡Cierto! ¡Los cañones! Tiene razón -exclamó Ave de Luz, algo desencajado-. Entonces llame a su supervisor.
- Verificaremos salón por salón que los cañones están en su lugar -agregué yo.
- ¡Y veremos que no falte ni siquiera uno!
- Llame a su supervisor -exigimos los dos.

El gordo usó su radio mientras nos miraba, intercambió unas palabras con otro hombre, y ordenó a la vigilante que empezara a verificar con nosotros, el supervisor no demoraba en llegar. Empezamos por el tercer piso, primero con un aula que tenía una cadena amarrada y un candado sujetándola. Abrimos salón trás salón, bajamos piso por piso, revisando si estaba el cañón suspendido en el aire en medio de los salones, y los cpus pegados a la pared. De rato en rato veía alguna basura en el escritorio y de chistoso, confiado ya después de encontrar salón trás salón todo en orden, indicaba medio burlón que había un vaso de plástico, o un afiche de Claro, cualquier cosa. Cuando llegabamos al último salón Ave de Luz y yo nos preguntamos si ahí había proyector, no recordábamos, pero por suerte nada faltaba.
La vigilante se quedó en el pabellón, nosotros fuimos llevados al puesto de vigilancia principal con el supervisor.

- Buenas noches -saludamos.
- Estos son los chicos, señor -dijo un vigilante. El gordo ya no estaba.
- Ya hemos revisado salón por salón, no falta ningún cañón -dije.
- Queremos que se levante un acta, contando nuestra versión de los hechos, y se deje constancia que no falta ningún bien mueble en la facultad -agregó Ave de Luz. Yo lo secundé con movimientos firmes de cabeza.

El supervisor levantó la vista y simplemente dijo:

- Ese no es el procedimiento. Verán, lo de los muebles de la facultad ya quedó saneado, dejémoslo ahí. El problema es sobre la impresora.
- Jefe -intervino otro vigilante-. Esa impresora ha sido ingresada hace dos días, está registrada en el cuaderno.
- Mmm...ya -siguió el supervisor, como si se le escapáramos de las manos-. Sus carnés se quedarán aquí, mañana vengan con el dueño de esa impresora, que el señor aquí les dé el nombre.
- ¡Ya! Pero ya que en el cuaderno está el código de la impresora hay que verificar si se trata de la misma, tráigala, hay que comparar -exigí, para mayor seguridad, no vaya ser que después la cambien. Por suerte concordaba.

Nos dejaron salir a la oscuridad detrás de los muros que protegían la ciudad universitaria. Con Ave de Luz caminamos hasta el Óvalo Larco y yo le pedí quedarme en su casa esa noche, no iba a estar tranquilo solo en mi casa sin tener a nadie con quien conversar. Esa noche nos la pasamos escuchando música en la azotea.
Al día siguiente a la 1 de la tarde recuperamos nuestros carnés, y nuestros nombres y códigos quedaron registrados en un acta de incidencia, de la cual no pudimos echar mano a pesar de haber pedido.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Realmente muy buena la historia... la he disfrutado muchísimo.
Y más conociendo a los personajes.
Abrazos,

Anónimo dijo...

jaja.... huachis giles... a estudiantes de derecho no los agarran de causas....a periodistas capaz =(

Anónimo dijo...

dos tios a oscuras en un salon de un facultad vacía, que desafortunado que los hayan encontrado a solas con una caja de sorpresas

Anónimo dijo...

Mmmm...concuerdo con el último anónimo...jajjajja.
Medios giles ustedes pa meterse en problemas eh!

Anónimo dijo...

HE CANTADO MUCHOS VERSOS MAS ALLA DE LA TURBIEDAD DE LAS CANTERAS

ADENTRANDOME EN LAS AZULES MAREAS DE LA NOCHE.......................

SALIENDO A PASEAR EN LA MAÑANA
CON
EL ECO DE LA TARDE
EN EL RELENTE
DE LO ODIOSO

.....................HE CONGREGADO EN TORNO A MI LAS CENIZAS ENRAIZADAS QUE ARREBATE AL SUELO CONGELADO ...................

HAMBRIENTO Y DESNUDO EN EL COMIENZO DE OTOÑO.................

......DIGREGANDOME EN EL MUSGO DE LOS BORDES CALLOSOS DE LA CIENAGA
EN LAS ORILLAS DE UN REINO YA DESTRUIDO.


.....................ALGUNA VEZ ESTUVE ENAMORADO ................EN SUS OJOS VI EL FUEGO
DE LA YERBA DE CRISTALES.........

ERAN LOS OJOS DE LA AUSENCIA ....EN EL HAZ DE UNA HOJA VISTA A TRASLUZ .........
A TRAVES DE UNA GOTA DE LLUVIA ................ARREBATADO DEL AVERNO

.........HE PASEADO POR EL MUNDO SIN CANSANCIO..............


Y YA SIN SOMBRA


..................DEAMBULANDO POR SENDEROS QUE SE PIERDEN EN SI MISMOS ...............ENCONTRANDOME YO MISMO CON MIS EQUIVOCOS PASOS .........TRAS LA LINEA DE META ...TRAS LA LINEA DE PARTIDA ...........LA LINEA QUE DEMARCABA EL SENDERO HACIA ESOS OJOS ..........LA LINEA QUE DEMARCA EL SENDERO HACIA OTRO INFIERNO

Adnil dijo...

ay erwing u_u
bendiciones amigoo =D
que Dios los cuide y bendiga=p

 
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