miércoles, 21 de enero de 2009

...Mateografo...





Sentados alrededor de una fogata, los 5 pensaban en la muerte. El mar acompasaba sus pensamientos. Sabían que uno de ellos se iría pronto, sabían que esa noche seria la última, la última para molestarse, la última para reír por tonterías, para llorar por algún ser querido o simplemente para hablar sobre un futuro aun incierto. ¿Qué quieres hacer antes de morir?, la pregunta quedó libre para cualquiera. Volar, respondió el de ojos color caramelo.Yo quisiera repartir los días que pudiese haber vivido a alguien que los necesita; ella era la chica risueña, hiperactiva y bonita, aunque a veces sus ideas eran un poco confusas. Yo quisiera pasarla con ustedes, ese era el más callado y reilòn.Y yo que me voy a morir, quiero sentir la lluvia otra vez, quiero a mi madre otra vez aquí, quiero la sonrisa de mi hermana, quiero sus números telefónicos para llamarlos desde la muerte. Todos rieron. Habían planeado muy secretamente nunca separase. Habían planeado viajar, cantar, comer y comprar. Y hoy sólo sentían la brisa fría de aquella noche. ¿Sientes que desperdiciaste tu vida?, la pregunta no quedo en el aire, era para el más soñador, el que moriría. No, para nada, respondió. ¿Para cuando es el diagnóstico?, saltó otra pregunta. Para dentro de 48 horas, respondió. ¿Te acuerdas?, y le señaló un cuaderno viejo, tu mala ortografía, le dijeron. Volvieron a reír. No se preocupen, no los voy a asustar cuando me muera, pero si me voy a despedir.¿Porque te vas a despedir?,¿Por morirte?,dijo el mas menudo y callado, has de cuenta que nunca te fuiste, eso haremos nosotros, sólo que por algún motivo, donde estas no hay messenger, ni teléfonos ,ni carteros. La chica lloraba. Lo abrazó.¿Porque?,¿Por qué?,ella dijo. Él no respondió.
Era hora de irse. Enterraron el cuaderno, las fotos y los cuentos. Enterraron sus sentimientos, sus llantos y preguntas. Escribieron sus nombres sobre la arena, guardaron la carpa y se fueron.
Murió la noche del día siguiente. Cada quien lo extrañó a su manera, cada quien lloró a su manera. Cada quien lo olvidó a su manera.
Y es que el mundo esta llenos de eso. Aquello que no comprendes, aquello que ya no sientes, aquello que se te quita de las manos.
Y tienes que seguir adelante, aunque extrañes con todas tus fuerzas, la vida te devora.
No te permite extrañar, no te permite amar para siempre, pero se ríe al hacerte olvidar, se burla al hacerte llorar.

2 comentarios:

fantasias_fugaces dijo...

Mientras alguien le recuerde , seguirá vivo! Te acompañará ^^

Kisses&Hugs Guss...tavito xD

Anónimo dijo...

linda historia...mencionaste un diagnóstico...estaba enfermo o sólo era un simbolismo?, parece lo segundo, por la exactitud con que se cumplió, o así quiso él que fuese, quizá.
Soy Yrma, te vengo leyendo hace algún tiempo, las entradas de Erwing las leo más seguido, claro. Me gustó tu entrada donde agradeciste a Dios, se nota que lo amas, y doy gracias a Él por eso.
Nos conocimos en la feria del libro, quizá no recuerdes, como yo no recuerdo a la mayoría que me presentaron ese día.

 
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