Imberbe u.u

Cuando me empezó a crecer la barba, mi peluquero me advirtió:

"Vas a ver que pronto la odiarás y vendrás a pedirme que te la corte, ya verás."-y rió maquivélicamente.

Lástima que se murió, a los pocos días de su vaticinio.
Luego me cambié de peluquero y ahora éste la respeta, no porque sea bonita o bien cuidada, sino que le da igual. Él hace su trabajo, sonriente y amable, como todo bien servidor: yo tengo la razón y él no molesta en nada (excepto por su aliento u.u). Pero creo que mi antiguo peluquero debe estar por fin descansando en paz, porque últimamente pareciera que su predicción está siendo cumplida. Mi barba me empieza a fastidiar.
Y no es que odie su presencia (la he tenido desde los 12 años), sino que, me he visto bien en el espejo y...sí, es cierto, tengo huecos u.u, lo he aceptado. ¡Mi barba no está completamente cerrada!
Desesperado, ya con la barba rasurada (la tercera vez que lo hacía), y ya creciéndome un poco, entré a internet a buscar por una solución. La primera que encontré, y no me convenció, fue excremento de gallina. Mmm...puntos en contra, pensé: 1.- No tengo gallina, 2.- Por lo tanto no tengo excremento, 3.- Me da pereza treparme a la casa de la vecina, y pedirle, amablemente, "Señora, ¿me regala un poco de excremento?". No, no era una opción. Descartado. La segunda solución que encontré fue la abstinencia sexual. Híjole, pensé, más abstemio no puedo ser. Descartado u.u. Hasta que encontré la más factible, sí. La aburrida tarea de rasurarse a diario e ir al trabajo con heridas en el rostro.
Esperemos que dé resultado. Sino, pues, estaré preparado para donar mis vellos a un amigo que se muere por dejar de ser lampiño, (hasta ya se afeita xD!).