miércoles, 17 de diciembre de 2008

La Revuelta


Estoy haciendo dos cosas a la vez. Hablar por teléfono y escribir esta entrada (y lo que implica eso, o sea pensar mientras mi enamorada me dice que la escuche, y recordar lo que he visto hoy; es decir que si esta entrada no tiene éxito ya saben a qué se debe, a mi género, o eso dice ella u_u). Por eso sigo, me ha retado. Estoy haciéndolo por el bien de mi sexo (no piensen mal), yo digo que sí podemos hacer más de una cosa a la vez.

He ido al teatro hoy, a ver una obra que al principio me atrajo sólo porque conocía al director, en cierta forma, y quería observar qué tal era. Aunque ni siquiera lo vi, porque según un amigo, estaba encima de nosotros en un cuarto desde donde dirigía las luces y evaluaba a sus pupilos (a ver si los jalaba por culpa del mongolito que se tiraba pedos en el público, desconcentraba a todos u_u) .


La historia narra a una población oprimida por "los señores", los dueños de la tierra, los que mandan en la zona. Diría que el personaje principal es una vieja liciada, sentada en una silla de ruedas, gritona y podrida en sus esperanzas; un árbol marchito que en su juventud dio a luz a dos frutos: el más preciado, el idealista, el que alimenta a su madre de expectativas y al final termina decepcionándola, el caudillo de la revolución; y el otro, el ignorado, el aniñado temeroso, el traidor, el único que alimenta a Malva, la vieja, con fruto de su trabajo (el cual ella considera es de traidor, por trabajar y vestir como los señores). Sin embargo, el personaje que más me llamó la atención fue la criada, Sara, porque era el único personaje que estaba en medio de los dos bandos, muy a pesar de que siempre era fiel al lado de los oprimidos. Era la parte inocente de aquella realidad ficticia que tenía que adaptarse a su entorno, a pararse firme en el lado donde cayó, sin importar siquiera si creía o no en los ideales de la revolución; como también representó la inocencia perdida como producto de ese conflicto.

En general, las actuaciones estuvieron aceptables, los personajes y diálogos resultaron creíbles, y la ambientación, aunque pobre, fue muy bien aprovechada. La ventaja fue que sólo constaba de un escenario donde ocurría todo, y se valió, por eso, de la imaginación del espectador (ayudada por ratos por los audios de caballos, carrozas, y las luces que le daban el ambiente necesario).

Melva con Martín, su hijo traidor.

Fue una buena noche la de hoy, hacía mucho que no iba al teatro. Quizás mañana vaya a ver una proyección de cine dedicada a Cantinflas. Quizás mañana vea Casa Blanca en la portátil. O quizás mañana sólo me quede en la cámara de comercio escuchando a algunos expositores hablar sobre derecho. De todos modos, no creo contarles cómo me irá, aunque eso sólo depende de esta entrada xD.
No olvidar, mañana da "El analfabeto". Tatai.

1 comentarios:

KrN dijo...

no... no pueden hacer dos cosas a la vez , no xD!!


Un Besito y otro día te llamo y te obligo a escribir un testamento mientras te canto por teléfono :D

Kisse&Hugs

 
Template by: Abdul Munir